jueves, 6 de abril de 2017

Los engranajes y yo...


(Lo primero comertar que esta entrada ha sido culpa de Cristina Fernández LLavero que en cuánto vió una inocente foto de mi entretenimiento dominical, empezó a divagar y a picar el billete.....)

¡¡Buenos días a todas!!

¿Cuánto os gustan los engranajes? Creo que pocas scraperas habrá a las que no les llamen la atención.
Hoy os cuento cómo decoré yo estos que os muestro y que habéis podido ver estos días en mis redes sociales.





Pues cosas de esas que un día recuerdas que hace tiempo compraste un troque y todavía no lo has usado (vamos, no sé ni dónde y cuándo lo compré, asi que con eso lo digo todo....) y dices: "voy a hacer probaturas a ver que sale". Así que saqué cartulina blanca y mis troqueles y troquelé 4 veces cada pieza para pegarlas despues una sobre otra y conseguir volumen en los engranajes.



Hasta aquí para fácil, pero ¿por dónde empezar?.
A mi lo del mix media no se me da muy bien. Tengo mil cosas pero nunca llego a hacer nada, asi que soltura, lo que se dice soltura no tengo... ¡puede salir cualquier cosa! 
Pero como por algún lado había que empezar pensé: "engranajes = metal envejecido = polvos embossing de Distress...." y ¡ manos a la obra!

Tengo unos botes de polvos de embossing de Distress de los mismos colores que las tintas, varios de ellos los tenía sin quitarles el envoltorio de plástico. Ahí estaban los pobres aburridos en el cajón...jajaj

y diréis: "¿Polvos de embossing de Distress, esos polvos que no se derriten? ¿esos que no se quedan suaves y/o aterciopelados o brillantes con acabados metálicos? ¡Esos polvos no sirven para nada!

Bueno pues sí, exactamente esos polvos son....jajajaj

Son esos polvos, que al igual que las tintas Distress lo que buscan es el acabado envejecido. Son polvos que se funden, pero no se derriten, se quedan pegados pero no son suaves, sino todo lo contrario, se ponen duros y asperos. Pero es que era eso exactamente lo que buscaba.  

Los había usado muy poco, porque ya sabéis los trabajos que yo hago, y este tipo de acabados no los suelo utilizar, así que ahí los tenía, casi olvidados.

Pues así fuí rueda por rueda pasándolos por tinta y polvos, cada rueda de un color. Se fue un rato porque si que es verdad que tardan bastante hasta que se fijan. Pero al final se quedan pegados como podéis ver en esta foto.


Bueno, segundo paso conseguido, pero... ¿y ahora qué?

Pues volví a abrir ese cajón olvidado y saqué cuatro tintas Distress Stain, de las cuales sólo había abierto una para probarla y después la guardé. Desprecinté el resto y empecé a dar toques aquí y allá sin estar muy segura de mi misma, pero el caso es que me iba gustando el resultado. 


Pues estaban muy chulas, pero les faltaba algo...

Y vamos por el cuarto paso, y la misma pregunta ¿y ahora qué? Pues aquí vino la mayor de mis sorpresas.

Por tercera vez abrí ese cajón y saqué unas pinturas que había comprado hará un par de años en un centro comercial, no recuerdo si fué Alcampo, carrefour....en esa sección que ponen a veces de manualidades. Y al igual que las Distress Stain, las compré y ahí estaban. En su día creo recordar que las cogí porque pensaba que eran otra cosas y al final quedaron olvidadas en el cajón, al que ahora puedo llamar "de los tesoros"...jjj.
Os pongo foto de las pinturas porque creo haberlas visto en mas de una ocasión. Son pinturas con efecto metálico, muy chulas. Yo tuve que abrir y remover las que iba a usar, porque de estar de pie todo este tiempo, el pigmento metálico se había quedado abajo y as ser bastante espesas lo de agitar como las tintas en spray no daba resultado.


Yo abrí los colores cobre y bronce y empecé a dar toquecitos a las ruedas. ¡ me hacían chirivitas los ojos......!!! ¡eran super chulas!! ¡Me encantó el resultado! 

Para que veais de cerca el efecto de estas tintas sobre los polvos de embossing y las Stain os dejo esta foto.


Un poco de tinta distress negra en los bordes y algún que otro lado y ¡listo!
Hice lo mismo con todas las demás ruedas, y mi cara de satisfacción a cada toque venia siendo la misma que la suciedad que iba acumulando en las manos. ....jajajaj (lo que costó luego sacar todo eso.....)

¿Pero no me digáis que no quedan super chulos estos engranajes????
Bueno, yo he quedado encantada, para ser la primera vez que me pongo a potinguear. Y lo que mas me ha gustado ha sido probar a mi aire, sin mirar tutoriales de técnicas ni nada, abrir el cajón e ir sacando lo que haya. La verdad es que he disfrutado mucho con esto. 

El resultado de todos los engranajes ya lo habeís visto, ahora falta ver qué hago con ellos. Pero eso en la siguiente entrada que no quiero que esto se haga interminable.

¿os apetece verla? pues atentas...




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10 comentarios:

  1. Me has pillado silbando y mirando para otro lado. Me ha encantado lo que nos has contado. Gracias!

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  2. Espectaculares!!!! Me chifla ese efecto final,está clavado. Para que después digan que compramos cosas que no usamos , el momento no se sabe pero como en este caso un día volvemos a descubrir cosas que tenemos olvidadas y salen cosas maravillosas como esta.

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    1. Pues sí, todo eso estaba esperando su momento... y llego!
      Muchas gracias Gaby!!

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  3. Muy chulos, Ana! Sigue sacando cosas,de los cajones!

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    1. Muchas gracias Nélida!! Este cajón ha resultado ser el cofre de los tesoros...jajaja

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  4. Jamás he visto un efecto óxido mejor creado. Me has dejado alucinada. Quiero un cajón y una mente mágicos como los tuyos je je.

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    1. La verdad es que a mi también me encantó el resultado. Un momento de lucidez tuvo que ser....jajajaja

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